DIEGO ROVÉS / Gijón
El impetuoso mar Cantábrico que abraza la ciudad de Gijón ha marcado su historia a lo largo de más de 5000 años. Mar de la Ruta de la Plata, Gijón conserva vivo su pasado romano a través de las intervenciones realizadas en el Parque arqueológico de la Campa de Torres, uno de los principales poblados fortificados del norte de España (anterior al 490 a.C.) y, sobre todo, en el recuperado complejo termal de Campo Valdés, edificio público que data de finales del s. I. d.C.
La progresiva modernización de la población y las excelentes condiciones naturales de la misma han hecho de Gijón una ciudad que, con un potente sector servicios y una buena oferta cultural y deportiva, atrae un creciente número de visitantes. Gijón se esfuerza en estos comienzos de siglo en conservar su remoto pasado histórico y mostrarlo como ejemplo de su excelencia turística.
En el barrio de Cimadevilla se concentran un buen número de los monumentos locales como el Palacio de Revillagigedo, la Colegiata de San Juan Bautista y las capillas de La Soledad y Los Remedios. Al lado está última se encuentra la Casa Natal de Jovellanos, un palacio típicamente asturiano del siglo XV y actual Museo de Gijón. En la parta más alta de Cimadevilla y cara al mar Cantábrico podemos ver la monumental obra escultórica Elogio del Horizonte, levantada allí por el artista Eduardo Chillida en el año 1990.
En el ensanche gijonés nos salen al encuentro edificios tan notables como el Instituto Jovellanos, hoy centro de múltiples actividades culturales, pero también numerosos ejemplos de arquitectura modernista de comienzos del siglo XX y del racionalismo que en Gijón dejó obras muy notables. En las afueras de la población es obligado visitar pequeñas iglesias románicas como las de San Andrés de Ceares y San Juan de Fano, palacios como el de San Andrés de Cornellana (convertido en Albergue Juvenil) o en Somió el asombroso Palacio de los Bauer, de estilo modernista.
Gijón se ha convertido en los últimos años en un museo al aire libre creando una nueva relación entre arte y territorio. Desde finales del siglo XIX, las calles y parques de Gijón han albergado manifestaciones escultóricas que a partir de la década de los 80 del siglo XX han sufrido una renovación, caracterizada por nuevos lenguajes plásticos y materiales que acercan el arte público a los ciudadanos.
Si el visitante desea perderse por sus calles, Turismo de Gijón ofrece determinadas rutas por la ciudad, dependiendo de la zona que desée descubrir: el Gijón Ilustrado, Cimadevilla, Esculturas, Modernismo, el Románico gijonés y el Gijón industrial. Si van a acercarse en breve, no dejen de mirar este tríptico de visitas guiadas por la ciudad.
Fuera de la mera belleza urbana de este lugar, el turista puede perderse en la gran cantidad de sidrerías que hay repartidas tanto en el casco moderno, como en el antiguo, como en las afueras. Parques y zonas ajardinadas, el mar, el puerto deportivo, largas calles peatonales y una cocina rica en sabores del norte le esperan en Gijón. ¡No se olviden de escribirnos desde allí!
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