DIEGO ROVÉS / Madrid
La capital de Dinamarca no es una gran ciudad con millones de habitantes, atascos de tráfico y grandes edificios; todo está pensado a la medida del ser humano, incluso el monumento más conocido de Copenhague, la estatua de la Sirenita, no es de grandes dimensiones. País marinero si los hay, el corazoncito de Copenhague es el puerto de Nyhavn, antiguo refugio de marinos y pescadores, es hoy el centro de la modernidad y la vida nocturna. Y más tipismo, el cambio de guardia en Amalienborg, la residencia real, en la que el protocolo es algo sagrado.
Copenhague es mezcla. El color es la nota dominante de Christianhavn, el encantador barrio inspirado en los de la ciudad de Ámsterdam, canales incluidos, con sus casas pintadas de colores brillantes, aunque hay barrios diferentes, como Kongens Nytorv, el más elegante de toda la ciudad, donde se localizan casi todas las embajadas, con sus antiguos palacios reconvertidos en hoteles, delegaciones diplomáticas y las mejores tiendas. Y si viajamos a Copenhague hay que hacer una visita a Tívoli, uno de los parques de atracciones más antiguos y bonitos del mundo, pulmón de la ciudad y rincón favorito de los daneses, incluido Andersen que buscó inspiración entre sus jardines.
Importante es visitar la Plaza Amalienborg (Amalienborg Plads), de forma octogonal, formada por palacios rococós tiene en su centro la estatua ecuestre, de estilo neoclásico, de Federico V. En la plaza siempre que se encuentre la reina en el Palacio se realiza diariamente un cambio de guardia. Este cambio de guardia comienza a las 11:30 de la mañana en el castillo de Rosenborg y finaliza en esta plaza sobre las 12 de la mañana.
No se olviden de visitar los Jardines Botánicos. Estos jardines originalmente creados en 1871 poseen unos 15.000 árboles emplazados en 10 hectáreas. Para las plantas de otros climas distintos al danés existen invernaderos de estilo victoriano.
También les recomendamos entrar en el Palacio Christianborg. El origen de este palacio es de un castillo del siglo XII construido por el obispo Absalón. Este castillo se construyó en un sitio estratégico, en concreto en la isla de Slotsholmen. Para acceder a la isla existen ocho puentes. En la actualidad junto al palacio se encuentra varios edificios del gobierno como por ejemplo el Parlamento Nacional (Folketing) y el Tribunal Supremo entre otros. Podrán visitar cada uno de ellos de forma separada.
No se ilusionen demasiado con ver la escultura de la sirenita, ya que por lo general defrauda a la gente por su tamaño, más pequeño de lo esperado. Pese a ello, es todo un símbolo de Copenhague. Se encuentra sobre una roca en los muelles de la ciudad. La escultura esta basada en un cuento de Hans Christian Andersen y fue realizada por el escultor Edgard Eriksen. Su creación fue financiada por Carl Jacobsen, dueño de las cervecerias Carlsberg, en 1913. Está realizada en bronce y ha sufrido en los últimos años varios actos vandálicos que quedan patentes en varias postales que podremos ver en tiendas de souvernirs. Para llegar a ella deberemos andar unos 500 metros al norte desde la Plaza Amalienborg.
Como una imagen vale más que mil palabras, disfruten de este video sobre Copenhague:
Importante es visitar la Plaza Amalienborg (Amalienborg Plads), de forma octogonal, formada por palacios rococós tiene en su centro la estatua ecuestre, de estilo neoclásico, de Federico V. En la plaza siempre que se encuentre la reina en el Palacio se realiza diariamente un cambio de guardia. Este cambio de guardia comienza a las 11:30 de la mañana en el castillo de Rosenborg y finaliza en esta plaza sobre las 12 de la mañana.
No se olviden de visitar los Jardines Botánicos. Estos jardines originalmente creados en 1871 poseen unos 15.000 árboles emplazados en 10 hectáreas. Para las plantas de otros climas distintos al danés existen invernaderos de estilo victoriano.
También les recomendamos entrar en el Palacio Christianborg. El origen de este palacio es de un castillo del siglo XII construido por el obispo Absalón. Este castillo se construyó en un sitio estratégico, en concreto en la isla de Slotsholmen. Para acceder a la isla existen ocho puentes. En la actualidad junto al palacio se encuentra varios edificios del gobierno como por ejemplo el Parlamento Nacional (Folketing) y el Tribunal Supremo entre otros. Podrán visitar cada uno de ellos de forma separada.
No se ilusionen demasiado con ver la escultura de la sirenita, ya que por lo general defrauda a la gente por su tamaño, más pequeño de lo esperado. Pese a ello, es todo un símbolo de Copenhague. Se encuentra sobre una roca en los muelles de la ciudad. La escultura esta basada en un cuento de Hans Christian Andersen y fue realizada por el escultor Edgard Eriksen. Su creación fue financiada por Carl Jacobsen, dueño de las cervecerias Carlsberg, en 1913. Está realizada en bronce y ha sufrido en los últimos años varios actos vandálicos que quedan patentes en varias postales que podremos ver en tiendas de souvernirs. Para llegar a ella deberemos andar unos 500 metros al norte desde la Plaza Amalienborg.
Como una imagen vale más que mil palabras, disfruten de este video sobre Copenhague:
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